
Hicimos actividades en el patio, la primera consistía en guiar al compañero que iba con los ojos cerrados y un paso atrás tomado del codo del compañero. En el otro ejercicio hicimos tres filas, los más altos, los medianos y más bajos; en cada grupo había un bastón adecuado a nuestra estatura. Los bastones tenían diferentes colores: el verde es para los de baja visión y el blanco para los ciegos. Nos turnamos para ir a tocar la pared y volver con los ojos cerrados.
Cuando volvimos al salón nos dieron un generador (una hoja que tiene seis números y seis puntos) y aprendimos las letras A,B y C, con las tapitas.
En la actividad que hicimos afuera, algunos sentimos miedo por no poder ver nada, pero aprendimos cómo se sienten los ciegos y a ayudarlos.